La transición paradigmática de la teoría jurídica ha puesto a los derechos humanos como el eje central de la ingeniería constitucional, originando un cambio en los métodos para estudiar los sistemas jurídicos contemporáneos. En este sentido, en México, los derechos humanos empiezan a adquirir nuevos rasgos definitorios que vienen a formar parte de un derecho posmoderno complejo, múltiple, dúctil e intersticial, que origina una nueva forma de entender la validez constitucional de los derechos y principios de una realidad jurídica y social, cada vez más global, cibernética, y digital. En este contexto, la hermenéutica que exige este nuevo paradigma, supone una revisión a la concepción tradicional de los derechos humanos y de la dignidad, así como de los mecanismo en los sistemas de justicia penal con los que opera para cumplir con su función de dar seguridad a la sociedad; pues los desafíos, alcances e implicaciones que tiene este paradigma sobre la juridicidad aún no se descifran.