Se exploran las imágenes que tienen acerca de los niños dos colectivos infantiles, uno asentado en Mérida, Yucatán, y otro en una localidad de la periferia urbana. Las diferencias entre ambos grupos son explicadas en relación con la mayor o menor distancia de dichas imágenes respecto a las perspectivas hegemónicas sobre la niñez y a la noción maya de infancia. Se muestra asimismo la insuficiencia de diversos enfoques y metáforas empleados por las ciencias sociales para explicar la visión que los niños del estudio tienen sobre sí mismos.