Este artículo busca mostrar cómo ha arraigado en la tradición literaria internacional la
reelaboración hipertextual de Don Quijote de la Mancha, especialmente entre los cultivadores de
la minificción. Se plantea que esto se debe a la profundidad simbólica de la novela, que incita a
los autores a apropiársela y a expresar, a partir de una profunda comprensión del universo en ella
establecido –es decir, de una relectura–, sus preocupaciones, así como las posibilidades que los
intersticios de la obra dejan para la acción de los lectores. Esto se da por la fusión de horizontes
de sentido: la fusión estética entre las posibilidades semánticas del texto cervantino y las de cada
intérprete más cercano a nuestro tiempo