El 15 de febrero de 2013, alrededor de las 9:20 horas tiempo local, un objeto espacial de gran tamaño se introdujo a gran velocidad en la atmósfera de la Tierra para desintegrarse en las cercanías de la ciudad rusa de Chelyabinsk. Este trabajo desarrolla un modelo matemático que determina la dinámica del meteoro durante su recorrido en la atmósfera terrestre. Después, a partir de videograbaciones públicas disponibles en la Internet, se obtienen importantes datos que permiten ajustar polinomialmente las condiciones iniciales de inmersión. Finalmente, se ejemplifica un método basado en coordenadas proyectivas que es útil para determinar la dirección del meteoro a partir de una imagen fotográfica de las sombras que produce su brillo.