El sistema turístico-espacial se compone de una región de origen, una ruta de tránsito y una región de destino. Las atracciones se encuentran en la región de destino y son las responsables de las movilidades intrarregionales de los visitantes. Las zonas arqueológicas son ejemplos de atracciones y representan para muchas regiones el principal eje de desarrollo económico. Sin embargo, han sido poco estudiadas desde el punto de vista de los atributos que favorecen o inhiben su visita. Tomando estadísticas oficiales de las 44 zonas arqueológicas abiertas al público en la península de Yucatán para identificar centros emisores y periferias receptoras, el presente artículo propone un modelo de atracción basado en dos atributos de las zonas arqueológicas: la accesibilidad y la monumentalidad. El modelo generó cuatro tipos de zonas arqueológicas: T1= turistificadas; T2= no monumentales de acceso rápido; T3= monumentales de acceso tardado y T4= no monumentales de acceso tardado. Los resultados confirman la teoría del decaimiento con la distancia (distance-decay) y tienen implicaciones para un manejo más sustentable de estos espacios culturales, así como para el desarrollo y comercialización de nuevas y mejores rutas turísticas.