Capital humano y estructural en las empresas constructoras del estado de Yucatán

Abstract

La industria de la construcción, a diferencia de otras industrias, trabaja por proyectos únicos, es decir, no existen dos proyectos idénticos, aunque puedan ser muy parecidos. Esa característica hace pensar que las tareas relacionadas con la trasferencia de conocimientos sean casi imposibles de ser realizadas. A pesar de los avances que existen hoy en día en campos como la gestión del conocimiento y el capital intelectual, se conoce muy poco sobre cuál es su situación actual en las empresas constructoras locales en cuanto a su adopción y desarrollo. Este estudio tuvo como finalidad explorar, describir y analizar los indicadores del capital intelectual presentes en la industria de la construcción a nivel local para determinar su nivel de madurez en la gestión del conocimiento, así como las mejores prácticas encontradas. El alcance del estudio fue descriptivo debido a que el contexto del capital intelectual en la industria de la construcción ha sido poco estudiado a nivel regional; su diseño en cuanto al tiempo fue de tipo transeccional debido a que el propósito del estudio fue describir las variables que conforman el capital humano y estructural en un tiempo único y no se analizó su variación en el tiempo. Como estrategia de investigación se realizaron cinco estudios de caso en empresas constructoras líderes en la región. En cada empresa se realizó un mínimo de 11 entrevistas a integrantes de la organización que tuvieran perfiles profesionales afines a la actividad construir, como ingenieros y arquitectos en cargos operativos o técnicos y gerenciales. Se utilizó como instrumento de medición un cuestionario estructurado con preguntas abiertas, con el cual se midieron las variables que conforman el capital humano y estructural de las empresas; los datos obtenidos se categorizaron para su estudio y posteriormente se analizaron por medio de una prueba estadística de contenido. Se encontró que las empresas constructoras estudiadas se encuentran en un nivel medio de capital intelectual; las mayores debilidades se encontraron en la motivación del capital humano, en tanto que, de manera general, el capital estructural presentó una mayor cantidad de debilidades que de fortalezas. Las empresas constructoras están empezando a darle importancia a la capitalización del conocimiento de sus empleados, pero aún no están haciendo tareas de manera sistemática para su retención y reutilización en la organización. A pesar de lo anterior se encontraron varias buenas prácticas que pueden servir como base para las empresas que se deseen iniciar en la administración de su capital intangible. Se concluyó que las empresas estudiadas se encuentran dentro de las dos primeras etapas de madurez en la gestión del conocimiento, denominadas inicial (actividades espontáneas para el acopio) y repetir (primeros pasos establecidos por la alta dirección para la retención), que constituyen los primeros intentos para gestionar su capital intelectual. Se propone que las empresas constructoras se empiecen a autoevaluar para detectar las áreas con debilidades en su capital intelectual, con el fin de realizar tareas que fomenten su conservación e incremento y, por tanto, su capacidad para la generación de ventajas competitivas.