En esta investigación sobre la viruela he tratado de ir más allá de la interpretación de las variables demográficas, para la identificación de los nombres y apellidos de las víctimas de una epidemia. Me remito a las mujeres como grupo vulnerable porque recibieron un trato diferente del que se destinaba a los hombres, principalmente por su función en el hogar y como un problema ante su condición de mujer trabajadora, que desempeñaba un servicio doméstico para subsistir y cuyo riesgo ante una enfermedad no fue mitigado.