Se presenta el análisis de una experiencia de trabajo clínico con mujeres, desde la perspectiva de una psicología clínica incluyente y promotora de la salud, que no solo busca la cura o prevención de enfermedades. Se trabajó desde un paradigma cualitativo con metodología de Investigación Acción Participativa (IAP), que reflejara que el trabajo clínico es posible en un contexto comunitario, con el involucramiento y la participación activa de las personas. El trabajo se enmarca en el modelo colaborativo que privilegia el lenguaje como elemento constructor y transformador de la realidad. La práctica desarrolló un ejercicio de reflexión, con sentido crítico, sobre la salud y su promoción. El propósito de estas conversaciones terapéuticas fue contribuir a la ampliación de alternativas que impactaran en el bienestar de las participantes, es decir, el fin fue la optimización de los recursos de las personas.