Las instituciones de educación superior tienen el reto de lograr una formación integral que trascienda la formación profesional y promueva el desarrollo de ciudadanos/as responsables y socialmente comprometidos/as. Las universidades deben reflexionar y establecer directrices de modo que los propósitos en este sentido se alcancen. El presente trabajo describe los resultados productos de la reflexión crítica para la construcción colectiva del concepto de formación integral en una comunidad educativa universitaria, en México. Los resultados apuntan a un concepto con cinco aspectos centrales: proceso de aprendizaje, colaborativo y relacional; vigente a lo largo de la vida; desarrolla habilidades, actitudes y valores como seres humanos, incluye lo profesional pero también aspectos culturales, sociales entre otros y potencializa el bienestar personal y colectivo en armonía con el entorno.